viernes, 18 de septiembre de 2015

Esto puede parecer una simple foto de un jugador entrenando. Pero para mí representa muchísimo más. 
Desde principio de pretemporada, varios jugadores por compromisos laborales no pueden entrenar con sus compañeros en el horario habitual. Una situación muy difícil tanto para los jugadores, que no entran en la dinámica de los entrenamientos, como para el equipo en general, que en casi ningún entrenamiento pudo disponer de toda la plantilla para entrenar. 
Aunque obviamente no es la situación ideal, de todo se puede sacar una lectura positiva. Ver como los jugadores se levantan antes de ir a trabajar, entrenan fuerte, te envían mensajes para que le mandes el trabajo o algún lesionado te llama para hacer doble sesión. Esa entrega, ese sacrificio, esas ganas por entrenar, ese compromiso es más que contagioso. Así es más fácil trabajar, con un grupo que a pesar de todas las dificultades, sigue entrenando a tope para darlo todo en el partido. Cosas así, son las que más me llenan como preparador físico. Las que te recuerdan porque estamos locos por el fútbol.


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